Subtitulada “revista general de instrucción pública y particular de archivos y bibliotecas”, es obra de la voluntad de reforma pedagógica del extremeño Juan Uña Gómez (1838 - 1909), uno de los más fervorosos discípulos de Julián Sanz del Río, y miembro por tanto de la segunda generación del krausismo español, junto a Francisco Giner de los Ríos y Fernando de Castro, entre otros, quienes fundarán la Institución Libre de Enseñanza, de la que Uña llegará a ser rector. Con periodicidad quincenal, comienza a publicarla Uña como su editor responsable y director a partir del diez de octubre de 1865, con el propósito de que sirva de foro de debate de las nuevas ideas reformistas en la enseñanza y la educación, precisamente en un momento en que se planteará en España por vez primera la “cuestión universitaria”. En números de dieciséis páginas, y algún suplemento, cada entrega comienza con una Crónica quincenal de actualidad sobre las materias de que trata, tanto de la instrucción pública y enseñanza en sus tres niveles (primaria, secundaria y universitaria) como del mundo de las bibliotecas públicas y del cuerpo de bibliotecarios y archiveros. Le sigue una sección denominada Remitidos, a través de la que profesores de institutos y de otros centros educativos ofrecen sus puntos vista sobre la reforma educativa; así como otras referidas a disposiciones legales y anuncios bibliográficos. Inserta artículos doctrinales y teóricos, discursos y memorias. Tras publicar 66 números se despide el 25 de junio de 1868, anunciado que reanudará su edición al comenzar el nuevo curso. Sin embargo, tras la Septembrina, Uña Gómez, que también realiza su labor periodística en periódicos como La democracia, La discusión y El imparcial, editará en su lugar un nuevo título: Revista de instrucción pública, durante los últimos tres meses de ese año.