Fue uno de los primeros periódicos republicanos que aparecen en Madrid al en los primeros años de la Restauración, teniendo frente así las trabas impuestas a la libertad de imprenta por los gobiernos conservadores. Publica su primer número como “diario político” –este es su subtítulo - el 12 de mayo de 1879, bajo el gobierno del general Arsenio Martínez Campos (1831 - 1900), artífice del pronunciamiento militar de Sagunto. Su propietario y director es el político y periodista Gonzalo Calvo Asensio (1848 - 1880), hijo del también político y periodista Pedro Calvo Asensio (1821 - 1863), que había sido fundador del progresista La Iberia (1854). Aquel, que había sido diputado republicano y diplomático en Lisboa durante el Sexenio Democrático y estará ligado a la Institución Libre de Enseñanza, recupera ahora el título del diario que Emilio Castelar (1832 - 1899) había fundado en 1864, e intentará a través de una Unión Democrática agrupar a los elementos demócratas y republicanos septembrinos, estando también en la órbita del Partido Democrático Posibilista, que Castelar había fundado en 1876. Es un diario formalmente típico de la época (no aparecía los lunes), de cuatro páginas, compuesto también a cuatro columnas con una clara tipografía, estampado primero en la Imprenta Madrileña y después en la de José de Rojas. Cada entrega comienza con un artículo de fondo o editorial, y sus contenidos informativos o noticiosos se agrupan en secciones como Revista financiera, Despachos telegráficos (noticias extranjeras facilitadas por la Agencia Fabra), Sección oficial (breves referencias a las normas publicadas por la Gaceta de Madrid), Noticias generales, Sección bibliográfica, Variedades, Bolsa, Santo del día, Espectáculos, Cortes, Política extranjera o Crónica municipal. Suele recoger –como una revista de prensa –, noticias que comenta con breves pinceladas. Aparece publicada una biografía sobre Miguel Servet, firmada por F. Giner, o un estudio sobre el Romanticismo, de Francisco Flores García. Asimismo, en el faldón de la primera plana publica folletines, como los titulados Legalidad de los partidos, Los beneficios teológicos o La mayorazga de los cañaverales. La última plana está dedicada a la inserción de anuncios publicitarios. Dado el “duro” régimen de prensa que había sido impuesto por la ley de siete de enero de 1879, la fiscalía presentará denuncia contra su número 114 (de 23 de septiembre), pero será la impuesta contra una noticia publicada en el 120 (de 30 de septiembre), la que dé lugar a una sentencia por la que se la condena a veinte días de suspensión. Por ello no se publica desde el 10 de octubre al 18 de noviembre. Esa noticia se había hecho eco del depósito de 80 millones de reales a título de dote de la archiduquesa Cristina en el Banco de Viena por parte del ministro de Estado, el duque de Tetuán, noticia que constituía, según el juez de Imprenta, un delito de desprestigio u ofensa al rey Alfonso XII. El último número que publica es el 130, de 21 de noviembre de 1879, en donde anuncia su cese y la aparición de El Demócrata, “que viene a defender la doctrina y procedimientos que hemos defendido durante nuestra corta campaña periodística”, nuevo título este que también forma parte de la colección de la Biblioteca Nacional de España, y que aparecerá el día siguiente, el 22 de noviembre de ese mismo año.