El Chile de hoy presenta innumerables cambios respecto al de hace 30 años, ocurriendo durante este período una gran cantidad de avances en materia económica, política y cultural, destacando dentro de este último el mayor acceso a la Educación que hoy en día tiene la población , tanto en sus niveles primario y secundario como en su nivel terciario o superior. Esto ha implicado, en lo medular, que haya aumentado el nivel promedio de escolaridad de la población. Lograr mayores niveles educativos en nuestra sociedad ha sido uno de los objetivos prioritarios de los distintos gobiernos de la Concertación (de Partidos por la Democracia), en tanto se ha considerado a la educación formal como un factor de primera importancia para lograr una mayor movilidad social y por tanto una mayor igualdad social. Sin embargo, esta capacidad se ha visto de algún modo cuestionada en el último tiempo, especialmente durante el último período recesivo en nuestra economía, ante la aparición más o menos visible de cierta cantidad de profesionales en situación de desempleo o en trabajos que requieren un menor grado de preparación.A lo anterior, se suman dos condiciones que parecen incidir directamente en la problemática de la inserción laboral de jóvenes con estudios superiores, una de ellas, dice relación con las transformaciones ocurridas a nivel mundial dentro del ámbito del Trabajo, ligado estrechamente con las transformaciones económicas del último tercio de siglo, en donde han cobrado importancia nuevas modalidades de empleo que difieren del tradicional empleo asalariado, lo cual ha sido posibilitado por una mayor flexibilidad dentro de las normas que rigen las relaciones entre capital y trabajo. La segunda, más específica, tiene que ver con la estructura actual del sistema superior de educación, definida en gran parte a partir de las reformas que tuvieron lugar en 1980, pudiendo ser caracterizado este sistema, a groso modo, por una diversidad de instituciones, discrepantes en cuanto a la calidad de formación, pero homogéneas en cuanto a la oferta programática de carreras; lo cual ha significado un crecimiento explosivo de profesionales recientemente egresados en ciertas áreas de estudio. Ante este complejo escenario, surge la inquietud por indagar qué está ocurriendo con los procesos de inserción laboral de algunos profesionales jóvenes, sobre todo con aquellos (o cuyas familias) que han invertido mayor tiempo y capital económico en su proceso de formación, como los que ingresan a una institución Universitaria. En donde planteamos, que los profesionales recientemente egresados de las carreras de Psicología e Ingeniería Comercial, presentarían diversas dificultades en su proceso de inserción laboral, viéndose marcadas sobre todo por el fenómeno de la sobre educación o sobre cualificación, lo cual respaldaría la existencia de una sobre oferta de profesionales en estas áreas.Abordar esta problemática se vuelve aún más interesante, considerando que aún ha sido muy poco estudiada en nuestro país, al menos desde el campo de la Sociología, pese a la relevancia que implica el aprovechar adecuadamente las distintas fuerzas productivas y por tanto el logro de una estructura ocupacional equilibrada en cuanto a oferta y demanda. En este sentido, de encontrar hallazgos que respalden nuestra hipótesis, pensamos que podemos aportar con directrices en cuanto a una política de mayor regulación del sistema superior de educación.