Periódico de carácter literario e ilustrado que sigue las huellas del Semanario pintoresco español (1836 - 1857) y que cultivó un romanticismo de “pacotilla”, a juicio de Maria Cruz Seoane. Comienza a publicarse en enero de 1837 y lo hace en entregas semanales de 16 páginas y foliación continuada, impresas, primero, por la Compañía Tipográfica y, después, por Narciso Sanchiz. Publica artículos de divulgación sobre historia, especialmente del siglo de oro español y de la edad media, arte, biografía, antigüedades, pero principalmente de creación literaria (narraciones y cuentos) y composiciones poéticas. Asimismo tiene secciones de viajes y de modas, por lo que contó con un público femenino. Incluyó numerosos dibujos y grabados de vistas, motivos arquitectónicos, retratos y estampas costumbristas. Fue dirigido por Francisco Fernández Villabrille, que será director del Colegio de Sordomudos y Ciegos, y en el colaboran los dos grandes pintores de la época, Antonio María Esquivel y Vicente López, este pintor de Cámara de S.M., así como el famoso grabador Vicente Castelló. Entre sus dibujantes y grabadores se encuentran también Cavanna, Amat y A. Gómez. Entre sus redactores y colaboradores literarios, además de Fernández Villabrille, aparecen Clemente Díaz, Juan Bautista Delgado, Baltasar Sebastián Castellanos, Agustín de Alfaro, M. Bañuelos y E. Vives, así como Juan Valera, Gregorio Romero Larrañaga, Imberto Gilbert, Santiago Diego Madrazo y Ramón Campoamor, entre otros. Sus editores responsables son Clemente Díaz y, desde el 15 de febrero de 1838, Narciso Sanchiz. Editó dos colecciones de ilustraciones y figurines fuera de texto. El primer tomo de la colección, de 272 páginas, corresponde a 1837, y el segundo, de 192 páginas, a 1838. Debió desaparecer el 22 de marzo de 1837 ante el fracaso económico que supuso su edición, siendo absorbido por El panorama (1838 - 1841).