Esta revista dedicada a la infancia, y dirigida también a madres y padres, “marcó el inicio de una progresiva consolidación” de este tipo de prensa en España, según señala Mercedes Chivelet (2009). Teniendo como modelo al periódico parisino Magasin d’Éducation et récréation (1863), en el que escribía, entre otros, Julio Verne, es fundada y dirigida por quien se había vinculado desde su juventud a la prensa infantil, el periodista, escritor y abogado Carlos Frontaura y Vázquez (1835 - 1910). Ilustrada con muchos grabados, aparece su primera entrega el diez de marzo de 1870, con el subtítulo “revista de educación y recreo” y el lema “instruir deleitando”, con el fin de ofrecer una “buena educación religiosa, moral, científica, artística y literaria”. Además de Frontaura, en sus páginas colaboran “los más distinguidos escritores y artistas”, como señala la propia revista, cuya nómina es verdaderamente abultada, y que el director los atrae para que dediquen parte de su creación literaria a un público infantil y juvenil, con textos en prosa (leyendas, cuentos, etc.) y verso (poemas, máximas, pensamientos morales, etc.). Entre estos colaboradores se encontrarán Manuel Ossorio y Bernard, que junto a su consejos morales en verso, escribirá crónicas históricas; Antonio Trueba, que tendrá además una sección propia bajo el epígrafe Conferencias infantiles; José Díaz Benítez, que tiene la titulada Escenas infantiles; Juan Eugenio Hartzenbusch, Modesto Lafuente, Antonio de los Ríos y Rosas, Manuel Cañete, José Zorrilla, Antonio Arnao, Ramón de Campoamor, Leopoldo Augusto de Cueto, Antonio Cánovas del Castillo, Juan Nicasio Gallego, Francisco Martínez de la Rosa, Antonio Ferrer del Río, Narciso Serra, Pedro Felipe Monlau, Joaquín Olmedilla y Puig, Manuel Tamayo y Baus, Aureliano Fernández Guerra, Francisco de la Cortina, Arturo Cotarelo, José Fernández Bremón, Julio Nombela, Francisco Miquel y Badía, Miguel Agustín Príncipe, Juan Pérez de Guzmán, Teodoro Guerreo o Florencio Janer, entre otros. También contará con la colaboración de periodistas y escritoras, como Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber y Larrea), Robustiana Armiño, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Ángela Grassi o María del Pilar Sinués. Publica asimismo textos de autores extranjeros, en concreto, franceses. Además de retratos, vistas, escenas, tipos, edificios monumentales o humor gráfico, entre otros grabados, insertará páginas autógrafas de personalidades de la ciencia o la literatura, entre las que se encuentran algunos de sus colaboradores, y en enero de 1875 llega a publicar la primera historieta gráfica de la prensa española. En sus dibujos aparecen las firmas de Francisco Ortego, Tomás y Ramón Padró, Zarza, Giménez, Jalón, Urrabieta, González, Miranda, Mariani, Sánchez, Meléndez, Espínola, Sala, Zarza y Martínez Hebert. Y entre los grabadores, las de Burgos, Capúz, Severini, Traver, Pérez, Toro, Marie, Arrufat, Sadurní y Massi. Fue estampada, primero, en imprenta propia, y después en la de Aribau y Compañía (Sucesores de Rivadeneyra), en entregas entre 16 y 24 páginas y foliación correlativa, compuestas a dos columnas, con periodicidad decenal, apareciendo los días 10, 20 y último de cada mes. Con una cubierta a dos tintas, forma tomos semestrales, en torno a las 300 páginas cada uno, y el número 15 del tomo XIV es el último de la primera serie, y también de la colección de la Biblioteca Nacional de España (BNE), correspondiente al 30 de abril de 1876. A partir del tercer tomo, incluye un índice, al final. También editó almanaques anuales, que distribuía gratis para sus suscriptores. Fue premiada en la Exposición Universal de Viena de 1873 y en la de Filadelfia de 1876. Estuvo publicándose en Madrid hasta 1877. Este título fue recuperado para ser editado en Barcelona, dirigido también por Carlos Frontaura, donde se publicó desde 1883 a 1893, que también forma parte de la colección de la BNE. Martínez Arancón publicó en 2005 un trabajo sobre este título.