Elías Pérez recoge en este artículo un gran número de coplas que en sus propias palabras hablan de los sentimientos del alma, referidas al amor y al erotismo de manera jocosa, con algunos tintes religiosos. La recolección de estas creaciones se realizó en la Provincia de Ocaña. Esta recopilación es descrita desde la llamada fiesta de "Santa Brígida", celebración colectiva que se llevaba a cabo en la casa campestre del Señor Braulio, donde su esposa la Señora Nuncia se hizo conocer por "soplarle" a los copleros aquellas partes que se olvidaban. Siendo este el espacio donde el autor se interesa por asuntos del folclor puesto que allí se reunían protagonistas, personajes y narradores mismos de las coplas. Entre los temas que se distinguen en estos cantares se encuentra el amor, que es narrado por todos los personajes que puedan influenciar la vida amorosa de los protagonistas, las amigas, la mamá, los amigos de él, cada uno tiene su parte en el curso de la historia que se canta. Otra cuestión es el desamor mismo, surgido entre dos amantes que se encuentran en la misma fiesta, se saludan despectivamente e inicia una fuerte discusión entre ambos haciendo uso de metáforas animales, recordando paisajes y fauna silvestre. Se hace énfasis en el uso de estas coplas en bailes y jolgorios, aunque en su mayoría han desaparecido a la par que desaparecen estas celebraciones. Es el caso de aquellos que se hacían a la muerte de un niño, que era celebrada con un baile puesto que existía la creencia de que era un ángel que iría al cielo. Como es de esperarse este artículo incluye diferentes acepciones que frente a la posibilidad de no ser entendidas completamente, hacen necesario sumarle al final del texto un diccionario escrito por el mismo autor que da cuenta de aquellas palabras que puedan ser extrañas